Publicado en el suplemento Cultura/s de La Vanguardia
TANK.TV Una pantalla global para artistas que trabajan en cine y vídeo; un espacio virtual modélico para la imagen en movimiento.
El videoarte creció a remolque del cine experimental. Aprendió la práctica del cine más singular, subversivo y marginal para desarrollar unas formas y unos discursos enfocados, hábilmente, hacia la institución artística. Proyectar películas vanguardistas había sido una tarea específica de filmotecas y salas cinematográficas no comerciales. Con el dispositivo videográfico la exhibición quedaba relegada exclusivamente al contexto galerístico o museístico. De este modo los artistas introducían el nuevo medio en el conjunto de debates estéticos e ideológicos del arte de los años sesenta y setenta, mientras los cineastas experimentales seguían creando a contracorriente de la industria cinematográfica. Los conflictos por identificar las obras como cine experimental o videoarte resultaron inocuos ante la aparición de un término como Expanded Cinema -recientemente desviado hacia los de Screen Art o Experimental Media-. En la actualidad la mutación del soporte físico de las obras (la continua conversión entre el celuloide, la cinta magnética y el soporte digital) evita una catalogación específicamente tecnológica en favor de otras taxonomías más fructíferas. El contexto en el que se articulan las piezas es, finalmente, el que acaba definiendo la naturaleza de los discursos. Y una plataforma universal como internet es uno de los medios más aptos para difundir una praxis inevitablemente delimitada por la extensión de la pantalla.
Tank.tv se define como una galería online para artistas que trabajan en cine y vídeo, analógico y digital. Fundada por la Tank Magazine en 2003, la web se ha convertido en uno de los refugios más estimulantes para hallar propuestas novedosas en el campo del cine y el vídeo experimental. Autores como Ken Jacobs, Steve Reinke o Christoph Rütimann han sido objeto de retrospectivas online: exposiciones virtuales de dos semanas, complementadas con entrevistas, cuestionarios y actividades paralelas organizadas en centros de arte. Artistas contemporáneos reconocidos como Vito Acconci, Martha Rosler, John Smith, Issac Julien, Anri Sala o Philippe Parreno han participado en un conjunto de muestras comisariadas por especialistas como Mark Webber. Instituciones como la Tate Modern de Londres y el ZKM de Kalrsruhe han secundado el proyecto tras entender la importancia de la red como espacio expositivo generalista, apto para descubrir insólitos puntos de vista. De este modo los diaporamas y filmes estructuralistas diseñados sistemáticamente por Lisa Oppenheim, las animaciones de pinturas figurativas encadenadas digitalmente por Jacco Olivier o las performances enfermizas editadas bizarramente por John Bock pueden consultarse indefinidamente en un archivo permanente que incluye todo lo expuesto hasta el momento. Con una suscripción gratuita se puede acceder a un catálogo de piezas audiovisuales que en breve acogerá las de Paul McCarthy y Mark Aerial Waller.
En la era de la pantalla global, elaborar depósitos ciberespaciales que sugieran referencias y elaboren recepciones con rigurosidad es una tarea pedagógica tan necesaria como la explicación de la obra por parte del artista. Plataformas televisivas online como Tank.tv pueden guiar críticamente la navegación del usuario, a lo ancho de ese contenedor del audiovisual que es la pantalla de un ordenador conectado a internet.
Imágenes de piezas de Ken Jacobs, Jacco Olivier y Lisa Oppenheim.